lunes, 4 de febrero de 2013

Un Sentimiento


Cuando se estrena el amor, la seducción y el deseo enturbian la percepción de las cosas. Sentirse seducido hace perder el norte. Alguien se convierte, de repente, en el centro de la existencia. Todo lo demás pasa a ocupar un nivel inferior. Cae al fondo de un pozo que tiene la piedra oscurecida por los años. Al mirar dentro nos llega el atisbo de lo que nos conmovía, el reflejo de las historias vividas, de las personas que tuvieron un lugar. Lo único que importa es la figura que ilumina el presente con una intensidad que apaga las pequeñas luces... La realidad exterior se modifica en función de la presencia de quien se quiere. El paisaje, por ejemplo, no nos causará una determinada impresión según una mirada objetiva. Veremos montañas, ríos, garrigas, mares, pero los juzgaremos desde un único punto de vista. Si el otro está cerca, serán muy bellos. Si está fuera, nos provocarán indiferencia o tristeza. Un paisaje de otoño, que en algunas circunstancias podría producirnos desánimo, nos hace sentir eufóricos cuando nos espera la persona que queremos encontrar. Un día soleado puede hacerse gris al saber que está ausente.
Pero ¿realmente existe el amor? ¿o es un simple espejismo que nos enloquece cuanto mas nos acercamos?...

jueves, 13 de diciembre de 2012

Capitulo 6: Mármol


Erica se quedo perpleja, era demasiada información para tampoco tiempo. Hace apenas unas horas pensaba en como le daría aquella clase de historia a Oliver...Oliver... ¿Que será de el? Seguro que está jugando al fútbol como todas las tardes de los miércoles, por que..¿Era miércoles no? ¿Cuánto había estado inconsciente? De repente sintió que se mareaba y se sujetó a la pared con cuidado. La mujer la observó detenidamente, pero no dijo nada, simplemente ando hacia la puerta y la abrió dándole paso. Érica ando lentamente y salió al exterior. Lejos de lo que ella pensaba, el exterior era el de una ciudad normal. Recordaba un poco a las grandes urbes como Nueva York o...
-Chicago- susurró Érica.
La mujer hizo un leve gesto de asentimiento con la cabeza. Érica se miró a si misma con la túnica e intento esconderse. Cuando su acompañante se dio cuenta le dijo:
- Nadie sabe que llevas una túnica. A los ojos de la gente normal vas vestida como uno de ellos.
Sintiéndose un poco estúpida, Érica salió de su escondite y volvió al lado de la chica. Anduvieron largo rato. En la calle la gente ni las miraba, cada uno tenía una historia, unos con el móvil, otros con el periódico...la joven observaba todo con interés hasta llegar a un edificio de aspecto solemne. Le recordaba a una antigua biblioteca. Cuando entraron, los recibió un hombre ataviado con la misma túnica que la mujer. Intercambiaron unos susurros mirándola, se sentía el centro de atención y eso no le gustaba.
El hombre les condujo por amplias galerías de columnas de mármol, decoradas ricamente por figuras y pinturas. Érica conocía algunas de ellas, pero otras eran extrañas: un hombre era devorado por una serpiente, un gigante se comía un humano... Un escalofrío recorrió su cuerpo, pero intentó mantener la compostura. El hombre abrió unas grandes puertas de madera de roble y miró hacia el interior. En ese momento su vida cambió para siempre.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Capitulo 5: Cazadoras


- ¿La ultima vez que me vio?- Erica se quedo pensativa un minuto para después volver a repetir- llevadme a casa por favor, usted no me conoce de nada, no me ha visto en la vida... - su voz quedo cortada por un susurro de la mujer
- Helena
Aquella mujer sabia el nombre de su madre, la miró fijamente con algo de odio pero intento reflexionar, si la trataba bien quizá pueda decirle algo de su madre, quizá fue testigo de lo que le pasó..
- ¿De que conoce a mi madre?
- La veo de vez en cuando- repuso la mujer con voz tranquila. En ese momento Erica perdió los nervios por completo:
- ¡Mi madre murió con mi padre durante un viaje! ¡Esta muerta! No hable de ella, no la conoce, no esta viva, ¡lléveme a casa no quiero escucharla!
La mujer resopló de frustración y puso encima de la cama un anillo... era el anillo de su madre, Erica lo recordaba con cariño ya que antes de dormir, cuando la arropaba, veía su piedrecilla verde brillar y la ayudaba a dormir, aun recuerda esa luz antes de cerrar los ojos cada noche. Tras unos instantes volvió a mirar a aquella mujer y susurro:
-¿Dónde esta?
- Te esta esperando, pero antes tenemos que resolver unos pequeños asuntos, como por ejemplo ponerte ropa adecuada- sonrió de lado y de la nada hizo aparecer una túnica azul turquesa.
- ¿Eres una maga?- pregunto Erica buscando la varita de la mujer
Ella esbozo una media sonrisa, lógicamente esperaba aquella pregunta, por tanto respondió con tranquilidad.
- No, soy una cazadora, y tu también.

Erica se puso la túnica con cuidado, temía que llevara algo peligroso pero parecía inofensiva, una vez se la puso la mujer se la ajusto a la cintura, después le recogió el pelo en dos suaves trenzas entrecruzadas al final en una. La muchacha mantenía los ojos cerrados hasta que cayó en la cuenta de algo separándose de la chica-
- ¿Cazadora? ¿qué es eso? Yo no mato animales, soy una firme defensora del mundo ecologista y...
- No cazas-la interrumpió la mujer con gesto rápido- proteges, evitas que Ellos lleguen a nuestro mundo, los atrapas y los matas, así de simple.
- ¿Ellos?
- Si, los desterrados..- la mujer bajo su tono de voz hasta que fue un susurro imperceptible y dijo- Los Diaons.

martes, 20 de noviembre de 2012

Capitulo 4: La Sala


En el salón de la casa había tres figuras negras encapuchadas. De repente, todo se volvió frío... oscuro... se quedo petrificada a la entrada del salón. Sintió que alguien corría hacia ella intentando protegerla.
-¿Nana?- susurró Erica medio ausente, no sentía ni sabia nada.
- No os la llevareis, ni la tocareis. Marchaos- su nana no estaba atenta a lo que ella le decía, solo le preocupaba que pudieran tocarla o lastimarla.
De repente una figura apartó de un empujón a su Nana y la miro de cerca, analizándola... no sabía si podía leer lo que pensaba. Realmente no pensaba nada, solo quería salir corriendo de allí. Miró a su nana, estaba en muy mal estado. Un hilillo de sangre recorría su cara y un gran moratón tapaba su mejilla. No podía llorar, apenas era consciente de quien era, sintió que la mano del hombre la agarraba con más fuerza, quizá para reclamar su atención.
- La tenemos- susurro la figura mirándola. Después le alzó la barbilla a la muchacha para hacer que sus miradas se encontraran y en un instante la oscuridad la rodeó quedándose inconsciente.

La misma figura andaba por la noche de Paris, aparentemente sin rumbo, pero con un paso firme y decidido. Giraba una esquina, y otra, y otra. Se estaba empezando a marear cuando vio un destello de luz cegadora y despertó con rapidez. Se encontraba en una gran sala algo extraña en la que solo había camas. Por un momento pensó en una enfermería, pero descartó la idea en cuanto vio que no había ningún artilugio médico. De repente sintió como si se ahogase y gritó:
- ¡Nana! ¡Nana!
- Se pondrá bien- Erica se giró con rapidez al oír la voz. En una esquina, había una mujer de aspecto siniestro que conforme hablaba, se iba acercando a ella. Lo que más le llamo la atención a la joven es su pelo violeta... chocaba mucho con la túnica verde que llevaba. Cuando llegó al filo de la cama, la observó detenidamente y añadió- vaya vaya, no sabes lo que nos ha costado encontrarte Erica. Todos en Vinco te esperábamos con impaciencia.
- ¡Que es este sitio! ¡Quiero ir a casa!- gimoteó a sabiendas de que nadie la iba a llevar a casa- por favor llevadme a mi casa!!! Mi Nana me necesita..
- Tu nana no te recuerda ya se han encargado de ella. Aquí te necesitan más. Has crecido mucho desde la ultima vez que te vi...

jueves, 15 de noviembre de 2012

Anticipo del capítulo 4 :)


El sol se despedía un día mas, siempre el mismo ciclo, siempre el mismo resplandor, siempre igual. Erica miraba por la ventana ausente, sus pensamientos vagaban de un tema a otro, del instituto a Oliver, de sus amigos a Oliver de su familia a Oliver, siempre el...le enamoraban sus ojos, su pelo, su forma de sonreír, su forma de revolverle el pelo, tan autentica, tan natural. Termino por levantarse, debía despejarse un poco, abrió el armario en busca de un abrigo cuando se oyó un fuerte golpe y un grito, a la velocidad de la luz Erica bajo las escaleras y se encontró con una escena que jamás olvidaría...

jueves, 8 de noviembre de 2012

Capitulo 3: amor entre presencias


La hora del recreo era su momento favorito de la mañana, siempre se sentaba en el mismo sitio, en aquellas escaleras, acompañada por sus amigos pero a la vez sola en su interior pero ella disimulaba su soledad con suaves risas ante las imitaciones o comentarios de sus amigos, finalmente siempre se acababa levantando y dando una vuelta por el patio y aunque andaba sin rumbo siempre acababa en el mismo lugar, al lado de la canasta, pero aquel día todo era diferente...
- Hey Erica, ¿Cómo tu por aquí?- su voz angelical la hizo girarse de inmediato.
- Hola Oliver – sonrío tímida y se acerco a él- estoy bien ¿ y tu?
- Bien..bueno quería pedirte un favor..- se toco el pelo de la nuca con gesto tímido y dibujo en su boca una media sonrisa.
- Dispara- sonrió ampliamente mientras se le iluminaba la mirada
- Es que..voy fatal en Historia...y como a ti se te da genial pensaba que podrías ayudarme un poquito si suspendo adiós al verano.
En ese momento mil sueños se crearon en su mente, el y ella, solos en una habitación, mirándose a los ojos, diciéndose... bueno diciéndose cosas históricas, pero tendría su atención solo para ella. De repente sintió que le temblaban las manos e intentando disimular respondió con rapidez:
- Si claro que si, nos vemos el miércoles por la tarde ¿te viene bien?- sonrió un poco
- Si me va perfecto, nos vemos en mi casa adiós pequeña- se despidió de ella con un suave movimiento de la mano y corrió de vuelta con sus amigos.
Erica se dio media vuelta, aun no podía creer lo que acababa de pasar, estaba deseando ponerse a saltar como loca pero respiro profundamente y ando de vuelta al banco, ahí la esperaba Raquel, la miraba raro, cuando estaba a pocos pasos de ella la agarro del brazo y corrió hacia una esquina del patio:
-¡Te estas liando con Oli!- rápidamente le hizo un gesto para que se callara, ojalá fuera eso..
- No, sólo le ayudare con historia, no exageres Ra
- Si si eso solo es el principio luego seguro que os liáis- rió suavemente y le revolvió el pelo- no me engañas enana.
- No seas tonta eso nunca pasará- sonrió de lado sumida en sus pensamientos a medias, vamos que enseguida hay que volver a clase.
Raquel la miro con cierto reproche en los ojos y finalmente asintió, erica cogió la mochila y comenzó a andar por el patio, de repente comenzó a sentir que algo la observaba... una suave brisa... una presencia...

lunes, 5 de noviembre de 2012

Capitulo 2: Solo el...


Caminaba por los pasillos del instituto sin mirar a nadie con la cabeza baja, solo un pensamiento rondaba su mente, aquel sueño, quería saber quien era aquel hombre que le resultaba misteriosamente familiar...
-¡Niñata mira por donde vas!- un agudo chillido la saco de sus ensoñaciones, sin querer había chocado con la chica más irritante, molesta, snop y pija de la clase y ella ni se había dado cuenta, solo atino a decir una disculpa breve y fría antes de seguir andando, odiaba a esa chica, a esa niña de papá...
Entro con rapidez a la clase sentándose en la ultima fila, unos minutos mas tarde vio que alguien se sentaba a su lado, alzo la mirada y sonrió, solo el sabia hacerla sonreír de esa manera tan estúpida.
- Hola pequeña- sonrió ampliamente dejando ver una simpática sonrisa- ¿tan deprimida como siempre?
En ese momento se sonrojo un poco, mil expresiones diferentes pasaban por su mente, desde un simple si hasta la declaración de amor mas larga del planeta, tenia miedo de hablar, sabia que tartamudearía... efectivamente no se equivocaba...
-N..no solo..solo pensaba- se sentía tremendamente idiota, aun así en el fondo se sentía orgullosa de haber conseguido hablar con él sin babear.
De repente un sonoro buenos días retumbo en la clase, Erica dio un pequeño salto en la silla y de inmediato miro hacia el frente, delante de la pizarra se encontraba el hombre mas amargado del planeta, Lorenzo, el carasapo, también conocido como el profesor de Geografía.
- Ya tengo las notas de vuestro ultimo examen, pero antes corregiremos los deberes, ¿quien quiere empezar?- había pronunciado la frase maldita, todos nos mirábamos como incitándonos a alzar la mano, Sara, la chica mas lista de la clase luchaba por no levantar la mano... no quería parecer diferente, pasaron unos segundos y finalmente se revelo la sentencia...
- Señorita Silva empiece con el ejercicio 1- dijo fríamente el profesor mirando a una de las chicas de las primeras filas. En ese momento tuvo que reprimir un suspiro de alivio, liberada del peso de corregir, su mente enseguida comenzó su viaje lejos de allí, de aquella clase... destino: su mundo.